viernes, 21 de marzo de 2008

Salto ciberespacial de un trozo de madera

Cuando son las 6 de la tarde de este dìa viernes (santo) 21 de marzo, hago oficial la inauguración de este blog :). De este espacio que, en definitiva, me permitirá llevar a cabo la mejor terapia para un escritor-aficionado-empedernido que pretende expulsar todo fantasma que merodea en su cerebro amenazando con acabar con la apreciada estabilidad mental.
Quienes lleguen a saber de la existencia de esta página, comprendan los mensajes que ella contiene y aun así decidan regresar, no serán decepcionados.
Con el tiempo descubrirán y talvez lleguen a aceptar que la publicación de nuevo contenido se irá dando de un modo muy irregular e inconstante. Creo, de hecho, que nuevas entradas pueden aparecer en lapsos desde 2 minutos posterior a haber ingresado una, hasta periodos de dos meses o más. Quienes determinarán aquello serán los fantasmas con ideas locas que de vez en cuando se hacen presente en mi cabeza y los que una vez exorcizados irán a parar, transformados en letras, a mi Segundo Cajón Verde.

¿Segundo cajón verde? ¿Existe un primero? ¿Es esto solo la copia de una idea previamente concebida?, ¿Había un cajón rojo o uno rosado?.
Está bien, lo admito, estoy rayando en la ofensa al creer que mis fieles lectores imaginarios se formularán tales cuestionamientos. Sin embargo, y como toda formalidad que debe estar presente en cualquier inauguración de cualquier proyecto, entregaré escuetas respuestas que de seguro a nadie le interesan:
No conozco ni el más mínimo acercamiento de nombre entre algún otro blog con este Segundo Cajón Verde. Tampoco tengo la más mínima idea de si hay un tercer o un cuarto cajón verde ni de si existe uno rosado o uno fucsia. Lo único que puedo asegurar es que existen dos cajones amarillos y un primer cajón verde en el escritorio de mi habitación, han permanecido allí, yo diría, por más de 10 años y es el cuarto cajón de aquel escritorio, (el que viene después del segundo amarillo) el que ha encerrado durante años cada idea y pensamiento surgido de la mente de este humilde servidor. Como imaginarán (nuevamente caigo en una subestimación) aquel cajón es verde y es el que durante años ha albergado escritos de toda índole y que desde hoy, y gracias a los muy manoseados por todos avances tecnológicos , me permito trasformarlo en un blog y de esta manera perpetuar aquella pieza de madera caduca que he llamado y, hoy lo puedo decir, llamaré por un buen tiempo más, mi Segundo Cajón Verde.