miércoles, 26 de noviembre de 2008

Nanocuento IV

Milagro Artificial





Gemidos agudos, graves y metálicos. Cables pelados, alambres crispados y enrollados en el ombligo de la criatura crean un lazo, con la madre, que hoy se rompe para siempre.
Un llanto humano. Un androide yace en la camilla. Un milagro artificial.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bueeeno, Jose. Me encantan tus nanocuentos, parece que a tí también te gusta hacerlos :P
Pero sobre todo éste, que mezcla dos de tus amores: los nanocuentos y la ciencia ficción!!

Saludines, y ahora estás en mis blogs favoritos: la explicación de que no hayas estado por un tiempo es que cuando cambié de plantilla se borraron todos los blogs, y el nombre del tuyo no digamos que es muuy memorizable xD

Beso*

Carlos Andueza dijo...

Se está gestando una nueva realidad. Espero que tus palabraa, en este nanocuento, vaticinen un nuevo comienzo...
Reservemos un puesto desde ya!

=)

(qué profético me salió... onda fanático religioso, pero es lo que siento, ¿okey? xD)